¡Basta de políticas neoliberales!
¡Impidamos el saqueo de la Nación!
¡Que se vayan los vendepatrias!
Los gobiernos de las potencias imperialistas están tomando medidas para salir de la crisis, protegiendo a los grandes inversionistas a costa de sus pueblos y de los países dependientes. Lo mismo pretende el gobierno de Felipe Calderón y la cúpula priísta con su plan anticrisis y las medidas anunciadas, pues éstas no van en sentido de proteger a los trabajadores de la ciudad y del campo, a la pequeña y mediana empresa y a los millones de desempleados.
Al mismo tiempo que se anuncia la construcción de una refinería, se sigue promoviendo una reforma petrolera para entregar nuestra riqueza energética a la iniciativa privada nacional y extranjera; se alienta una reforma educativa privatizadora de la educación básica y violatoria de los derechos laborales de más de un millón de trabajadores de la educación. En el proyecto de presupuesto de egresos privilegian mayor gasto público para las fuerzas represivas en detrimento del gasto social.
Los empleos propuestos son mientras duren las obras de infraestructura, es decir, son temporales y mal pagados, no responden al retorno masivo de compatriotas migrantes expulsados por la crisis estadounidense ni al desempleo real de más de siete millones de mexicanos. Los dos mil millones de pesos anunciados para las cerca de dos mil pequeñas y medianas industrias (las mayores generadoras de empleo), no sirven ni para otorgar un aumento digno a sus trabajadores.
El saqueo de nuestra reserva nacional de más de diez mil millones de dólares por los especuladores con la complicidad del gobierno usurpador, la devaluación de nuestra moneda, la caída del precio del petróleo, la disminución de las remesas y el alza de precios, son las primeras consecuencias de la crisis del sector financiero de los E.U., que apunta al cuestionamiento del modelo neoliberal impuesto por los dueños del dinero a nivel internacional en las últimas décadas del siglo pasado y principios de este.
Las mentiras del secretario de hacienda, y de Felipe Calderón, pronto se vinieron abajo. Nuestra economía nunca estuvo blindada. Por el contrario, desde 1982 se profundizó nuestra dependencia, principalmente del imperialismo norteamericano. Se benefició a los grandes capitales nacionales y extranjeros con las políticas neoliberales que han obedecido puntualmente los gobiernos priístas de Miguel de la Madrid, de Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo y los gobiernos panistas de Vicente Fox y del presidente espurio.
Hoy saquean lo único que nos queda: 84 mil millones de dólares de reserva ahorrados a costa del sacrificio salarial y el desempleo de millones de mexicanos. ¡Impidámoslo!, las reservas no deben extinguirse con la especulación. Exigimos que este dinero sirva para reconstruir la industria y generar empleos para los mexicanos.
¡Basta! ¡No queremos más gobiernos ni medidas neoliberales! Es la hora de retomar la lucha de resistencia que a lo largo de más de 25 años hemos venido desarrollando.
Frente a la reconversión industrial, los despidos masivos y la mutilación de los contratos colectivos, iniciada en 1982 respondimos con huelgas y movilizaciones. En 1986, decenas de miles de universitarios detuvieron los intentos privatizadores de la UNAM y en 1999 estalló la huelga universitaria más larga para detener las cuotas en esta Institución.
En las elecciones de 1988, el pueblo mexicano expresó su rechazo a las políticas neoliberales impuestas por la cúpula priísta.
A la imposición del TLC, nuestros hermanos zapatistas se levantaron en 1994.
Detuvimos la reforma a la LFT zedillista y defendimos la industria eléctrica. Miles de campesinos agrupados en El Barzón defendieron sus propiedades de la depredación de los bancos.
Ante la privatización de las pensiones, nos opusimos a las AFORES, movilizándonos a nivel nacional para defender al IMSS; en el 2004 en defensa de las pensiones de los trabajadores de esta Institución, realizamos los primeros paros nacionales y recorrimos al país con caravanas
En el 2006, el magisterio de la Sección 22 y el pueblo de Oaxaca se insurreccionan contra el gobierno despótico y en el 2007 luchamos con paros nacionales en todo el país para derogar la nefasta ley del ISSSTE.
En las elecciones del 2006, el pueblo nuevamente rechaza a los candidatos del PRI y el PAN y los neoliberales recurren nuevamente al fraude electoral.
En este momento, amplios sectores del pueblo se están movilizando en la defensa del petróleo, contra la inseguridad y contra la llamada Alianza por la Calidad de la Educación.
La experiencia de resistencia del pueblo contra las políticas neoliberales y el Programa Mínimo no negociable aprobado en el 2004 son nuestras principales armas para enfrentar la crisis.
Se han derrumbado los argumentos falaces de que las soberanías nacionales de los países más débiles debían reformarse para abrir sus fronteras en beneficio de la globalización neoliberal; de que los sindicatos han pasado a la historia como defensores de los derechos de los trabajadores para poder sobreexplotar a los trabajadores y obligar a aceptar con resignación los despidos y bajos salarios. El Estado no es un estorbo y debe intervenir en la economía. Esta es una de las primeras enseñanzas de esta crisis.
El modelo neoliberal ha fracasado. Ha llegado la hora de mandarlo a la basura de la Historia y enfrentar la crisis desde el punto de vista de los trabajadores y del pueblo mexicano. El gobierno usurpador ni quiere ni puede dar una salida popular a la difícil situación que atravesamos. La única salida del pueblo mexicano es luchar por un programa y un cambio de gobierno para el rescate de la Patria. Los trabajadores no debemos dudar de la necesidad de organizar la huelga general para enfrentar a los dueños del dinero, a su clase política y cambiar el rumbo del país.
El Diálogo Nacional llama al pueblo de México a luchar por:
Establecer una política económica para mantener y elevar el consumo, impulsar planes de salud pública, vivienda, educación, infraestructura y rescate ecológico; que genere empleos estables desde la base económica y recupere el poder adquisitivo de los salarios. Si aprovechándose de la crisis, las grandes empresas pretenden hacer paros técnicos y despedir trabajadores o cerrar, hay que responder estatizándolas y haciéndolas funcionar bajo la administración de sus obreros y técnicos.
Miremos hacia el sur, recojamos la experiencia de organización y movilización popular de las luchas de los pueblos que hoy se sacuden el neoliberalismo y desarrollan sus economías recuperando sus recursos naturales y usándolos en beneficio de sus pueblos.
Llevemos a cabo las siguientes medidas:
· Impidamos que terminen de saquear nuestras reservas internacionales. Nacionalización inmediata de todos los bancos y control de cambios, así como suspensión del pago de la deuda externa e interna, incluyendo el Fobaproa-Ipab. Renacionalización de las más de mil empresas que fueron privatizadas como Teléfonos de México, las mineras, acereras, Fertimex y Condumex.
· Combate efectivo a la corrupción en todos los niveles de la vida política del país. Reducción de los salarios de los altos funcionarios hasta en un 50%, eliminación de bonos y compensaciones. Eliminación del secreto bancario, cárcel a los funcionarios corruptos y confiscación de sus bienes mal habidos.
· Cancelación de los contratos de las empresas privadas que violan la Constitución y operan en los sectores estratégicos como el hidráulico, eléctrico y petrolero.
· Reforma fiscal progresiva que pague más quien más gana, cancelación de todos los mecanismos “legales” de evasión de impuestos. Si el ciudadano común aporta hasta un 28% de impuesto (ISR), las grandes empresas no deben aportar menos.
· Cancelación inmediata del Tratado de Libre Comercio, que ha sido uno de los principales mecanismos de saqueo y destrucción de la planta productiva y del campo.
· Reconstrucción del sistema alimentario mexicano. Expansión y mejora de la inversión agropecuaria y pesquera. Precios de garantía a la producción agropecuaria; instrumentar políticas de desarrollo de la agricultura orgánica, reestablecer la producción de Fertilizantes Mexicanos y el sistema de distribución y almacenamiento de productos de primera necesidad (Conasupo). Fuera transgénicos y comida chatarra, alimentación nutritiva para todo el pueblo. Incremento en un 20% de presupuesto al campo en términos reales.
· Aumento salarial de emergencia y control de precios de la canasta básica. Apoyo efectivo al empleo y cumplimiento de los derechos laborales. Reducción de la duración máxima de la jornada laboral a 6 horas, con pago de 56 horas semanales, para que se cree otro turno de trabajo y se generen más empleos. Que se reduzcan puestos de confianza y se repongan por lo menos las 300 mil plazas permanentes que han desaparecido del sector público.
· Fortalecer la industria nacional. Que se reorienten a la pequeña y mediana industria, las cooperativas y empresas sociales; los diez mil millones propuestos para las carreteras privadas que atentan contra el entorno cultural y económico de los pueblos propiciando su saqueo. Que por lo menos el 50% de los insumos a las maquiladoras sean nacionales.
· Seguridad social universal solidaria. No más lucro con la enfermedad y la vida.
Rescatemos el sistema solidario en el IMSS y en el ISSSTE. Nacionalización de las AFORE´s, y de todos los sistemas privados de jubilación y pensión.
Atención médica gratuita a toda la población en todos los niveles y formas de atención, incluyendo la medicina tradicional, alternativa y homeopática. Nacionalización de los hospitales privados y de los “seguros de gastos médicos mayores”.
· Vivienda para todos. Reestablecimiento y ampliación de las instituciones de vivienda de interés social. Cancelación de todas las deudas usureras de vivienda. Nacionalización de las empresas que han lucrado al amparo de las instituciones como el INFONAVIT y el FOVISSSTE.
· Educación para todos y al servicio del Pueblo. Cumplimiento del artículo tercero Constitucional. Educación para la liberación, independencia y desarrollo nacional. Ampliación de la matrícula de la UNAM, el IPN, las Escuelas Normales y de todas las instituciones de educación media y superior públicas hasta lograr cobertura nacional. No más investigación maquilada para los centros imperialistas. Cancelación de la mal llamada “Alianza por la Calidad de la Educación” (ACE). Nacionalización de las escuelas privadas. ¡La educación es un derecho no una mercancía!
· Presupuesto suficiente para el desarrollo científico y tecnológico. Cumplimiento del gasto mínimo de 1% de PIB recomendado por la ONU.
· No a la criminalización de las luchas sociales. No a la impunidad. Policía comunitaria para proteger al pueblo. Ni un centavo a los cuerpos represivos. Desaparición de la PFP y la AFI. Regreso de los militares a los cuarteles. Castigo a los culpables de represión y masacres, indemnización y reconocimiento histórico a las víctimas. Reeducación de los policías y militares para servir y no para reprimir al Pueblo. Por una política social integral basada en la educación, la cultura, el deporte y el empleo para combatir las adicciones y al narcotráfico.
· Para enfrentar a los bloques imperialistas que pretendan que los países dependientes y en particular América Latina paguemos el costo de la crisis, agudizando sus políticas saqueadoras; establezcamos alianzas con los pueblos hermanos del sur y formemos un bloque latinoamericano en defensa de nuestras soberanías y recursos nacionales.
Porque no quiere y no puede:
¡que se vaya el gobierno usurpador!
DIALOGO NACIONAL
www.dialogonacional.org.mx
México, D.F. a 22 de Octubre de 2008.